BELGRANO

La historia de esta sede comienza el día en el que al Padre Pablo, hermano palotino, lo trasladan de la parroquia San Patricio de Mercedes a la homónima en Belgrano, ubicada en Estomba y Echeverría. Él había conocido a StaMe como mercedino, gracias a las misiones de secundarios. Y cuando llegó a Buenos Aires se le ocurrió convocar a StaME para formar una comunidad en su nueva parroquia. Marco Villasboa Lanusse, el rector general en ese entonces, llamó a unos primeros 12 de la sede de San Isidro y trató de explicarles la necesidad.

En concreto, la primera idea era hacer un Emaús con gente de Belgrano, y tratar de armar un grupo de personas interesadas en perseverar en su fe. Después de visitar todos los colegios de la zona en busca de asistidos, y muchas idas y vueltas, el retiro se realizó pero no dio los frutos soñados. Y el segundo Emaús tampoco. Luego de un año de intentos fallidos, seguían siendo los mismos 12.

Pero de todos los colegios que se visitaron, hubo uno que se  interesó formalmente. Verónica, directora del colegio St. Margareth, un milagroso día le ofreció al grupo hacer un Emaús como retiro a modo de finalizar el paso de sus alumnos por el colegio.

Por esos misterios que no buscamos comprender las cosas fueron muy distintas. Tan distintas, que los más chicos de ese colegio también pidieron un retiro, y se hizo. Después quisieron ir a misionar, y en todo momento quisieron invitar a sus amigos, y los invitaron.

De a poco y no tan poco se fue armando esa tan ansiada comunidad que el Padre y Cristo buscaron. Pasó un poquito más de tiempo y Belgrano se formalizó como sede de Santa Maria de la Estrella. Fueron de celeste a los sports, formaron una escuela propia de misión, con encargados, misioneros y rectores. Ya pasaron por Trenque Lauquen, 9 de Julio, Pehuajo, Suipacha y Chivilcoy. Y en la sede hoy también se realizan Emaúses, Galileas, Antioquías y Jordanes.

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